jueves, 12 de diciembre de 2013

Qué es la dependencia emocional y la codependencia


En las relaciones de pareja no todo es armonía y equilibrio. Desafortunadamente, hay un alto índice de ellas que presentan diferentes grados de dominio o dependencia de un miembro sobre el otro. Situaciones que no son para nada sanas ni aconsejables, por mucho que se trate de parejas que perduran en el tiempo.


Prototipos de relaciones desequilibradas


Hay dos prototipos de relaciones sentimentales desequilibradas y perjudiciales que conviene identificar. Se trata de las personas dependientes emocionalmente y de los casos de codependencia, que son dos vertientes distintas de un problema similar.


Dependencia emocional


La dependencia emocional implica que un miembro de la pareja tiene una necesidad excesiva de atención, de ser el objeto del todos los cuidados. Esto genera una sumisión desorbitada porque se tiene un miedo atroz a ser abandonado. Por parte del otro miembro se requiere una actitud narcisista y una personalidad tendente al autoritarismo y al dominio. La conjugación de ambas perspectivas desemboca en una forma de relación evidentemente negativa, que no se sustenta en ninguno de los pilares que apuntalan una experiencia vital compartida reconfortante.


Codependencia


Otra de las patologías más dañinas es la que presentan los llamados codependientes. En este caso hablamos de quienes siempre eligen a personas conflictivas como parejas. En especial se inclinan a compartir su vida con adictos al alcohol o drogas, por ejemplo. Así, lo que hacen es implicarse en exceso son el comportamiento de su pareja, defendiéndole y disculpando sus fallos. A cambio, solventan sus problemas de asertividad, pues se sienten importantes e indispensables para el otro.

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