Ellos son celosos
en el ámbito sexual, ellas en el afectivo. Este sería un resumen
muy simplificado de las diferencias que se observan en la percepción
de los celos, dependiendo de que se sea hombre o mujer.
Al menos está
era la doctrina oficial que se desprendía de los numerosos estudios
que los expertos han realizado sobre este delicado tema de los celos, doctrina hoy cuestionada por una reciente investigación.
Los celos, la doctrina tradicional
Las explicaciones
de esta forma diferente de sufrir los celos ponían el foco de
atención en los llamados condicionantes evolutivos:
- Se señalaba la imposibilidad de estar seguros de su paternidad como la causa de que los hombres ejercieran un control severo sobre la actividad sexual de sus mujeres.
- Mientras, ese reparto tradicional de papeles hacía que el compromiso afectivo de su pareja con ella y sus descendientes fuese la mayor preocupación de las féminas.
Desmontando la teoría de los celos
Sin embargo, un
grupo de psicólogos de la Universidad
de Pennsylvania ha venido a poner patas arriba esta teoría:
- En el mismo contexto, quienes mantienen una relación de pareja con fuertes vínculos emocionales se sobreponen mejor a una infidelidad sexual.
La muestra en la
que se basa esta investigación se realizó sobre un total de 416
encuestados, en la proporción de 99 hombres y el resto de mujeres.
Qué son realmente los celos
Para los
especialistas consultados, los celos son un mecanismo natural para
prestar atención a nuestra relación afectiva, pero se convierten en
un problema cuando pasan a ser el centro de la misma.
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