Búsqueda Psicoútil

lunes, 23 de junio de 2014

El mecanismo que hace que uno se sienta culpable


Sentirse culpable es una reacción normal que se experimenta cuando alguien se siente responsable del sufrimiento de un tercero. Precisamente, el objetivo de esta sensación es el de la reparación, es decir, movilizarnos para actuar para que esa persona a la que hemos dañado o perjudicado se sienta mejor.


Por eso, aunque de forma generalizada el sentimiento de culpa goza de mala fama, lo cierto es que es absolutamente necesario. Es uno de los mejores mecanismos del que disponemos las personas para marcarnos unos límites con respecto a nuestros semejantes y para aprender a respetar los derechos de los demás.

Cuando nos sentimos culpables sin ser culpables

Ahora bien, con cierta frecuencia esta culpa se nos puede despertar ante un hecho del que no podemos sentirnos responsables. Es decir, es una sensación fallida porque de forma racional somos conscientes de que no es nuestra culpa. Y, aun así, esta culpa irracional tiene una explicación psicológica.

Todo esto tiene que ver con la complejidad del ser humano. A veces es más llevadero sentirse culpable que enfrentarse a determinadas situaciones totalmente inexplicables. El ejemplo más evidente sería el de los niños maltratados que se sienten culpables del daño que se les infringe. Para estos pequeños es más fácil sobrellevar esa culpa que la angustia que les generaría asumir que sus padres, en lugar de defenderles y cuidarles, se dedican a hacerles daño sin más.

También es habitual esa culpa defensiva en los casos de pérdidas de seres queridos. Sobre todo, aparece cuando el que ha sobrevivido empieza a rehacer su vida y a disfrutar de nuevo.

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