Autoestima, retroalimentación y crecimiento personal en niños

La inseguridad es probablemente la causa directa de numerosos problemas que el individuo tiene en el ámbito de sus relaciones con los demás y en el de su propio desarrollo como persona. La cara opuesta de este sentimiento es la autoestima, un valor que debemos empezar a fomentar desde los primeros días de vida, pues será una de las mejores herramientas de las que dispondremos para
alcanzar nuestros objetivos vitales.

La retroalimentación

Y desde los primeros días de vida el bebé percibe, de manera inconsciente, la importancia de la retroalimentación, que no es más que el reflejo que recibimos de los demás respecto a nuestras actuaciones, lo que en los úlltmos tiempos se conoce más por su término en ingles: feddback. 

Teniendo en cuenta que las dos necesidades esenciales del ser humano son recibir amor y aprobación, es fácil entender como la retroalimentación positiva es clave para que el individuo vaya adquiriendo seguridad en sí mismo.

Premios mejor que castigos

Por eso, todos los expertos recomiendan que el proceso educativo de los niños se haga en la línea de los halagos y las recompensas positivas, mucho más que en los reproches o los castigos. En el primer caso estaremos ayudando a crecer la autoestima del pequeño, mientras con la retroalimentación negativa solo le generamos inseguridad y complejos.

Cuando ya somos adultos es imposible que no nos tengamos que enfrentar a situaciones en las que recibimos una respuesta negativa del entorno. Pero, si hemos desarrollado una autoestima consolidada podremos asumirlos sin que minen nuestra confianza. Así, tendremos las herramientas necesarias para utilizar este tipo de actitudes negativas como un estímulo más para nuestro desarrollo.